Visita El Cerro Santa Lucía
Junio 07, 2019
Visita El Cerro Santa Lucía

Visita El Cerro Santa Lucía

  En el centro de la ciudad de Santiago encontramos el Cerro Santa Lucía, uno de los parques públicos más visitados del país y sin duda un lugar turístico a enmarcar. Fue un lugar estratégico militar, una colina desde donde los conquistadores españoles en 1540 podían observar las tierras Mapuches. Llamado Huelén por los estos Mapuches, o nativos de la zona, fue en sus faldas donde el conquistador Pedro de Valdivia se estableció antes de fundar la ciudad bajo el nombre de Santiago de la Nueva Extremadura. Hoy en día vemos un cerro con unas vistas hermosas de la ciudad, con una panorámica 360 grados y los Andes imponentes de fondo. Encontramos además reliquias del pasado colonial chileno como el Castillo Hidalgo, y las terrazas Neptuno y Caupolicán. Cuando Pedro de Valdivia llega al valle del río Mapocho procedente del Cuzco, al mando de un reducido grupo expedicionario y colonizador, el 13 de diciembre de 1540, día de Santa Lucía de Siracusa según el santoral católico, decide instalar a sus hombres y montar campamento a los pies de un promontorio yermo y rocoso, no muy alto y cercano al río, que les serviría no solo para otear el terreno en todas direcciones, sino también para defenderse desde un punto más elevado en el terreno en caso de ataques. Diversas ermitas de bahareque y techos de paja comenzaron a ser construidas en esos primeros días de la fundación, una de ellas sobre el pelado cerro, dedicada a Santa Lucía. Ahora, de cómo el cerro comenzó a ser denominado Santa Lucía o si su nombre real era Huelén o Welén, es aún materia de discusión entre los historiadores. Esta es la denominación que está presente y ha formado parte de la memoria colectiva de los santiaguinos por siglos. De la pedregosa colina baldía de los tiempos de Pedro de Valdivia, y de la que se conoció en tiempos de la Independencia, solo quedan algunos dibujos. Surge ahora (y destaca) el verdor de una profusa arboleda que cubre y enmarca a una serie de construcciones defensivas, conmemorativas y recreativas levantadas en diversos períodos. Gran parte de la belleza arquitectónica que hoy podemos ver al caminar por los espacios del Cerro Santa Lucía se debe a la visión renovadora de Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886), quien inició los trabajos de remodelación y embellecimiento del cerro cuando era intendente de Santiago. Hay caminos adoquinados para que los visitantes lo recorrieran en sus carruajes, fuentes ornamentadas, jardines, esculturas, plazas y terrazas balaustradas, pórticos y arcos conmemorativos, ermitas, empinadas escaleras que llevan a elevados miradores… No por nada es uno de los atractivos histórico-turísticos más visitados del centro de Santiago. Los trabajos de transformación del cerro comienzan en junio de 1872 y quedan concluidos en 1874. Innumerables carretadas de tierra y abono fueron llevadas y distribuidas por todos los rincones del cerro para crear permitir la siembra de numerosas especies arbóreas y dar vida a los jardines que ahora vemos. Muchas esculturas y otros elementos decorativos fueron traídos especialmente desde Europa. Pero, la que quizá sea la construcción más importante del paseo ya había sido erigida desde mucho antes, en los tiempos de la Independencia: la Batería Santa Lucía. Entre 1814 y 1817, Casimiro Marcó del Pont, último gobernador español de Santiago, mandó a construir dos fortalezas sobre el cerro Santa Lucía, las cuales lo convirtieron en un baluarte de la defensa realista en la ciudad. Una de ellas estaba situada en donde ahora está la terraza Caupolicán, la otra, más importante, se ubicó en el extremo norte del cerro, y era conocida como Batería Santa Lucía. A un lado del Castillo Hidalgo verán un pequeño monolito con una placa que señala el lugar en donde estuvieron enterradas algunas personas a quienes se les negó dar sepultura en el cementerio de la ciudad por la simple razón de no ser católicos. En aquellos tiempos, el Cementerio General de Santiago (creado por Bernardo O’Higgins en 1821) era administrado por la Iglesia Católica chilena, cuyos jerarcas, en aquel entonces, se oponían tenazmente a dar sepultura a quienes no compartían con ellos sus creencias, eran considerados pecadores o habían sido excomulgados por la iglesia. En 1840 se establece sobre la cima del cerro Santa Lucía el primer observatorio astronómico de Chile; el cual se mantuvo en ese lugar hasta 1862. La entrada principal del parque se ubica al frente de la avenida Alameda o Libertador Bernardo O’Higgins. Unas escalinatas conducen a un pequeño jardín-terraza desde donde parten dos escaleras gemelas que suben a la monumental Terraza Neptuno. En ella hay una fuente enmarcada por balaustradas y jardines con un gran arco de triunfo que se alza sobre ella en un tercer nivel y se muestra coronado por un domo ornamentado. Todo el monumento fue construido entre 1897 y 1903 por el arquitecto Víctor Villenueve.

¿Cómo llegar al Cerro Santa Lucía?

La vía más expedita es a través del Metro de Santiago. Si toman la Línea 5 pueden bajarse en la Estación Bellas Artes y caminar al oriente por la calle Monjitas hasta llegar a la calle José Miguel de la Barra, doblen a la izquierda y verán una pequeña fuente al fondo. Por allí llegan directo al Castillo Hidalgo. Si toman la Línea 1 del Metro salgan en la Estación Santa Lucía, por allí cerca verán las escalinatas que conducen a la Terraza Neptuno. Si está en la Plaza de Armas puede ir caminando por la calle Monjitas o por la calle Merced en dirección al oriente. Son cinco cuadras hasta llegar a la calle José Miguel de la Barra.