Buceo

En Chile también es posible sumergirse en las profundidades del Océano. Con miles de kilómetros de costa, el buceo se transforma en una actividad que cada año gana más adeptos, quienes buscan introducirse en un mundo completamente diferente y maravillosamente sorprendente.

Las costas de Chile están pobladas de flora y fauna nativa, algas y peces de extraordinarios colores, que saludan a quienes son lo suficientemente aventureros para conocer los secretos que se esconden bajo el agua.

Aunque se puede practicar buceo a lo largo de todo el país, los lugares más visitados son el norte de Chile hasta La Serena, ya que la temperatura del agua es mucho más placentera. Lo mismo ocurre en Isla de Pascua, donde se han definido lugares para bucear con la ayuda de un instructor. En el Sur, en tanto, también es posible bucear –durante el verano-, tomando en cuenta que el agua es mucho más helada y que la sumersión está sujeta a las condiciones climáticas. En el archipiélago Juan Fernández también se puede practicar el buceo deportivo.

Los misterios que esconde el océano pueden ser revelados con la ayuda de un instructor, quien será el indicado para guiarlo tanto en cómo se practica el buceo deportivo como en los mejores lugares donde sumergirse.

Para bucear en Chile se necesita estar en buen estado físico y, sobretodo, psicológico. Además, es necesaria una certificación en caso de bucear con aire comprimido, la que puede obtener en la Dirección General del Territorio Marítimo, donde se presenta un examen teórico y uno práctico.

Ya para sumergirse, el equipo para bucear incluye aletas, chaleco hidrostático, máscara, traje isotérmico, manómetro, regulador, guantes, cuchillo, botines, linterna, tubo o snorkel, globo y reloj, entre otros utensilios.

En tanto a las recomendaciones a la hora de practicar este deporte aventura, la principal es tener sobre los doce años de edad. Luego se recomienda cuidar el entorno bajo el mar, no tocar el fondo de éste ya que se destruye, no sacar estrellas de mar ni conchitas, siempre bucear acompañado, probar el equipo antes de introducirse al mar y planificar bien las salidas (tiempo y distancia).