Conoce Volcán Rano Raraku
Junio 08, 2019
Conoce Volcán Rano Raraku

Conoce Volcán Rano Raraku

De importante valor arqueológico, el atractivo ofrece más de trescientos monumentos en “El Camino del Moai”, puesto que allí se encuentra la cantera abierta que realizaba su tallado. El volcán mide cien metros de altura y está compuesto por tobas volcánicas. De forma ovalada con un cráter en la cima, la laguna interior es otro de sus intereses, la cual contempla 50 metros de profundidad en su parte más honda. El volcán Rano Raraku es uno de los sitios arqueológicos más increíbles y extraordinarios del planeta. En este lugar mágico y repleto de misterio fueron elaborados los moai, las estatuas gigantes que han dado fama mundial a Isla de Pascua. Las enormes figuras y las canteras del volcán superan cualquier expectativa y consiguen que el viajero se quede sin palabras cuando contempla una de las más fascinantes maravillas de la humanidad. El volcán Rano Raraku está situado a 20 km al nordeste de Hanga Roa, muy cerca de la península de Poike y a unos escasos 1.000 metros al noroeste de la bahía de Hanga Nui. Su singular forma y ubicación hacen que tanto las vistas que se tienen del volcán desde Tongariki, como la amplia perspectiva que se observa desde su ladera sean de una gran belleza. El antiguo nombre de este sitio era Maunga Eo, que significa “cerro perfumado”, ya que en otros tiempos crecía una planta muy aromática cuyo olor impregnaba toda la zona. De hecho, una antigua leyenda cuenta cómo dos jóvenes espíritus femeninos llegaron a la isla atraídos por el intenso aroma del lugar. El actual nombre deriva de la palabra Rano que en idioma rapanui designa a los volcanes que tienen una laguna interior. Se cree que el término Raraku, que quiere decir rayado o acanalado, hace referencia a los grandes surcos que presenta la cara sur de la montaña, aunque también podría estar relacionado con el nombre de un antiguo personaje quien, según la tradición, acabó con todos los espíritus malignos de la isla asesinándolos con un moko o lagarto de madera.

Una materia prima única en la isla

A diferencia de la mayor parte de los conos volcánicos isleños, Rano Raraku está compuesto por un tipo de roca única en la isla conocida con el nombre de toba lapilli. La toba es una roca porosa formada por la acumulación de ceniza volcánica expulsada durante una erupción, que al enfriarse, en contacto con la atmósfera, se compacta y endurece. La principal característica de esta toba volcánica es su poca dureza bajo la superficie, en comparación con el basalto, lo que animó a los antiguos escultores a utilizarla como materia prima para tallar las enormes estatuas. Llama la atención el hecho de que la mayor parte de la toba se encuentra concentrada en la mitad sureste del cono, coincidiendo con la pared vertical, y apenas aflora en la mitad norte. Según algunos geólogos, este gran acantilado rocoso sería el único resto de un antiguo volcán submarino. El cual, desaparecida su mayor parte por efecto de la erosión, fue posteriormente cubierto por cenizas rojas emitidas por el nuevo cráter adyacente. Esto explicaría la gran diferencia de materiales encontrados en uno y otro lado del Rano Raraku.

Las cabezas de Isla de Pascua

A parte de las estatuas que permanecen aún sin extraer en las canteras de toba, más abajo, en el área inferior de la ladera aparecen decenas de figuras. Unas cuantas se encuentran tumbadas, caídas de frente y varias presentan fracturas. Pero la gran mayoría aún permanece de pie en el mismo lugar donde fueron instaladas hace cientos de años. Rano Raraku fue el único lugar de la isla que conservó estatuas erguidas, después de que todas las demás fueran derribadas de sus plataformas, durante los conflictos entre clanes que tuvieron lugar hace casi 300 años. A lo largo de la base de la ladera exterior, entre la entrada al cráter y el extremo que da al mar, se encuentran unas setenta estatuas prácticamente terminadas. Dentro del cráter, también hay más de 40 imágenes que se concentran en la ladera sur que circunda la laguna. Tanto unas como otras dan la espalda a la montaña. Los moai permanecen de pie en fosos que se excavaron previamente en el suelo con el fin de finalizar el tallado de sus espaldas. Llama la atención el hecho de que todos aparecen semienterrados en mayor o menor medida, unos hasta los hombros y otros incluso hasta la nariz. Esta imagen, ampliamente difundida en todo el mundo, es el origen del mito de las cabezas de Isla de Pascua. Muchos piensan que los moai son sólo cabezas, pero en realidad son estatuas completas enterradas por las sucesivas capas de sedimentos que se fueron acumulando a lo largo del tiempo.