Parque Nacional Cabo de Hornos

Es uno de los lugares más recientes en ser nombrados Reserva de la Biósfera, protegiendo sus especies contra cualquier mal causado por el hombre. Es un lugar lejano pero que promete sacar suspiros.

Creado en 1945, fue denominado Reserva de la Biósfera en el año 2005. Tiene una superficie de 63 mil hectáreas que componen las Islas Wellington y las pequeñas islas Hermite. En las últimas, se encuentra un monumento que recuerda a todos los hombres de mar que perdieron la vida luchando con el testarudo mar austral. La escultura se instaló en 1992, para el aniversario número 500 del descubrimiento de América.

En el Parque habita un importante número de animales y aves marinas, todos de grueso pelaje para soportar las bajas temperaturas en las Islas. Además, la vegetación es diferente a la del resto de Tierra del Fuego, ya que es de más baja y densa. Del mismo modo, no hay alturas superiores a los 200 metros.

El archipiélago y el Parque corresponden administrativamente a la Antártica Chilena.

El Parque Cabo de Hornos, por su geografía, permite pasear en bote entre los islotes que la conforman. Al mismo tiempo, por supuesto, se puede fotografiar el maravilloso paisaje que aparece tras cada isla, donde la cordillera de los Andes ha desaparecido por completo.